Escrito por Agencia Paco Urondo
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Domingo, 25 de Septiembre de 2022 10:19 |
Por Enrique de la CalleEl economista de CITRA (UMET - CONICET) Fabián Amico reflexionó en diálogo con APU sobre la inflación argentina, que este año podrá llegar al 100% anual. ¿Cómo se hace un plan de estabilización? ¿Puede funcionar el programa de Sergio Massa?
AGENCIA PACO URONDO: Se conoció en estos días el índice mensual de inflación, de INDEC, que está en torno al 7%. Anualizada da 78% y podríamos estar cerca del 100% para fin de año. ¿Qué estás viendo con la dinámica de la inflación? Fabián Amico: Hay cuestiones básicas que hay que tener en cuenta en el análisis. Hubo todo un proceso que tiene que ver con la inflación internacional. Ese es un dato objetivo y en la Argentina ese proceso se conecta con un proceso nuestro de alta inflación, heredado del período anterior, donde en el 2015 teníamos una inflación en torno al 23 % y pasamos a más del 50% en 2019. En ese contexto nos agarra el proceso internacional, con un agregado en el caso nuestro de que tenemos un problema de deuda externa muy importante. Lo que provoca presión cambiaria, o sea, presión para devaluar la moneda y eso genera inflación. Ese cóctel provocó la situación actual. En esa situación estamos actualmente, con un agregado: tenemos un acuerdo con el FMI que entre otras cosas tiene como pauta que hay que mover el tipo de cambio oficial hacia arriba en línea con la inflación. Con lo cual, esa pauta es inflacionaria. No hay ningún plan de estabilización en el mundo que haya funcionado si el tipo de cambio no se puede anclar. APU: El programa que se firmó con el FMI se va a mantener firme este año, según sostiene el Gobierno. En ese sentido, ¿el gobierno acepta un escenario de alta inflación en 2022? FA: Hoy el foco no está puesto en bajar la inflación. Esta política económica no tiene como foco controlar la inflación, sino que se busca ajustar dos precios de la economía, el dólar y las tarifas. Y eso tiene un efecto inflacionario. Esto lo explica cualquier economista medianamente sensato. Después, podemos discutir bondades o beneficios del ajuste. Pero esta política no tiene como foco la inflación y lo más probable es que genere más inflación. APU: ¿Puede ser que Massa hoy esté preocupado por acumular reservas (no por la inflación) para desde ahí – un Banco Central con mayor espalda – poder avanzar con un programa anti-inflacionario? FA: Es lo que se dice cerca de Massa, no lo pueden decir en público pero esa es la lógica. Pero ahí la discusión es: vos generás un proceso traumático en el corto plazo, que va a generar más inflación, para estabilizar mañana. Ahora: ¿Cuándo sería mañana en ese esquema? APU: En términos electorales, el mañana son los primeros seis meses de 2023, para tratar de llegar a las elecciones con un proceso de inflación a la baja, aunque en números altos. FA: Perfecto, esa sería la idea. Una discusión ahí tiene que ver si ese proceso de ajuste puede estabilizar la inflación. Tenemos la experiencia de Mauricio Macri, que tenía un diagnóstico muy parecido: hay que modificar los precios relativos de la economía y en el mediano plazo se estabiliza la economía. Bueno, la estabilización te la debo. Pasamos de una inflación del 25% al 50%. Después está la discusión sobre el déficit fiscal, si tiene alguna conexión con la inflación. Ni en Argentina ni en ningún país del mundo hay evidencia empírica que muestre relación entre la inflación y el déficit fiscal. Si vos mirás América Latina hay países que sistemáticamente han tenido más déficit fiscal que nosotros y tienen inflación de un dígito. Brasil y varios más tienen un déficit fiscal similar a Argentina, incluso superior. Por eso digo, antes que mirar el déficit hay que mirar el nivel de devaluación mensual. APU: Hoy, Massa parece enfocado en acumular reservas y acortar la brecha entre tipos de dólares. Para eso, está subiendo el oficial. ¿Esos dos elementos no son requisitos para un plan de estabilización? FA: La acumulación de reservas es un objetivo que yo defiendo, pero la pregunta es: ¿para qué querés acumular reservas? Cuando fue lo del dólar soja, a mí me pareció una buena medida, porque hay que ser pragmáticos, más allá de las cuestiones ideológicas. Dar un cambio especial durante un tiempo transitorio para que el Banco Central junte tres mil millones de dólares me parece una buena medida. Ahora, mientras acumulás estás modificando todo el tiempo el tipo de cambio. Entonces, la acumulación de reservas tiene como objetivo cumplir la pauta con el FMI no estabilizar. La brecha entre dólares es una manifestación de que vos tenés un problema en el mercado cambiario, no es un problema en sí la brecha. APU: ¿Cómo se sale de ese problema? FA: El macrismo liberó el dólar lo que hoy implicaría una devaluación muy grande. El gobierno busca devaluar el oficial para ir cerrando la brecha más gradualmente. Si el tipo de cambio nominal oficial ajustara como está ajustando, más o menos al 6% mensual, y los paralelos no se movieran hasta marzo del año próximo, en ese mes la brecha sería del 35 %. O sea que tendrías que ajustar el tipo de cambio un 35% para poder unificar. El problema de eso es que cuando movés el oficial cada vez más rápido, generás expectativas de mayores devaluaciones. Y eso presiona sobre el mercado cambario. Una alternativa no explorada es hacer un desdoblamiento cambiario con intervención en los dos mercados, el financiero y el comercial. APU: ¿Eso no fue algo de lo que se hizo en la gestión de Guzmán, intervenir también sobre el paralelo? FA: Lo hizo de modo informal. Yo digo formalizar los dos mercados y armar un sistema de flotación administrada con dos mercados. Estoy hablando de una regulación que reemplace la regulación del cepo, que sea más eficiente. Ahora eso no está en la agenda lamentablemente porque si leés los documentos del Fondo no tiene interés en eso y lo dice textual: es mucho menos costoso unificar rápido que hacer estas cosas de ser graduales. Es menos costoso para ellos, digamos. A nosotros nos va a costar bastante. APU: Un tema específico de la inflación tiene que ver con el sector textil, que crece por encima del promedio (tuvo subas del 105% en los úlitmos 12 meses). ¿Qué está pasando ahí? FA: A veces se dice que el problema del sector textil tiene que ver con la protección estatal pero no es así. Casi toda la industria nacional está bajo protección desde hace décadas. En la época de Macri se abrieron las importaciones textiles y entonces la producción cayó, se perdieron más de 20.000 empleos formales en el sector. Además, cuando abrís importaciones gastás dólares, que no tenés. Yo no tengo ninguna intención de defender al sector textil ni a ningún sector empresario, lo único que me animo a decir es que es raro que muchos economistas heterodoxos ven la inflación argentina con alto componente internacional y no lleven ese enfoque al sector textil. Ese sector usa algodón para fabricar indumentaria, que es uno de los que más subió en dólares a nivel internacional, más que el trigo y más que la soja. El precio creció un 160%: qué te imaginás que va a pasar con el precio, va a subir. Muchos dicen que en Brasil el sector textil no aumenta los precios como acá. Bueno, allá no devalúan como en Argentina. APU: Para el cierre, hagamos un juego: mañana te eligen ministro de Economía: ¿Qué hacés para bajar la inflación? FA: Hay que explicar de qué hablamos cuando decimos bajar la inflación. Hay que entender que Argentina es diferente a otros países de la región. Por ejemplo, nosotros tenemos conflicto distributivo, que los demás no tienen. Eso condiciona mucho la política cambiaria: porque para acomodar ese conflicto tenés que tocar el tipo de cambio. En los año 2000, sin importar el gobierno, fue el país que más devaluó en términos nominales en todo el mundo. Tenemos dos problemas juntos que se relacionan mal. Uno es el problema externo que si bien se renegoció no está resuelto. De hecho tenemos al FMI adentro. Entre otras cosas, condiciona la posibilidad de estabilizar el tipo de cambio, que es el elemento de arranque de cualquier plan de estabilización. Cualquier plan en serio necesita fijar el el tipo de cambio por un tiempo, acumular reservas y limpiar tu hoja de balance, en el sentido de que el nivel de deuda externa no siga pesando como en la actualidad. El riesgo país que tenemos es por un problema de deuda básicamente. Y después de eso, si resolvés eso, podés discutir una política de ingresos que permita manejar el conflicto distributivo de otra manera. Pero si no lográs manejar el tipo de cambio de otra manera, no hay chances. APU: ¿Pensás en algún tipo de acuerdo de precios y salarios? FA: En ese tipo de acuerdos es importante el tipo de cambio porque los precios se mueven con el tipo de cambio y las tarifas. Los precios que forman los empresarios son consecuencia de esos procesos y no al revés. A mí no me sirve de nada, y esto quedó demostrado, hacer un acuerdo con los empresarios si después devalúo la moneda y subo las tarifas. No tiene sentido. La convertibilidad, que fue un ensayo de estabilización, que permitió bajar la híper-inflación a niveles tan bajos, se basó en que ancló el tipo de cambio. Ahí no hubo necesidad de controlarle los precios a los empresarios. Fijás el tipo de cambio y los precios siguen una tendencia. Por eso digo que más que acuerdo de precios y salarios yo buscaría un arreglo donde los salarios puedan subir sin desbordar el tipo de cambio. APU: ¿Cuál es tu posición sobre el tema tasas, donde tampoco hay consenso en la heterodoxia? FA: La asociación del tema tasas con la inflación es un error. Las tasas le tiene que ganar en términos nominales a la devaluación esperada del dólar, es así de simple. Si yo te digo a vos: mirá la inflación va a ser 100% anual, con el dólar vas a ganar 20 y con la tasa vas a ganar 50. La tasa es negativa. Ahora, ¿vos te quedás con la tasa o con el dólar? Te quedás con la tasa. Lo que no ocurre en Argentina es que la tasa le gane al dólar. Después, la inflación es una consecuencia directa de si pudiste o no estabilizar el dólar. Es el tipo de cambio lo que le pega a la inflación, no si la tasa es real o no. Es importante tener tasas altas. Pero volvemos a lo mismo: si yo subo la tasa para controlar el dólar y después devalúo, no sirve de nada. A un inversor internacional la inflación argentina tampoco le importa nada. Lo que le importa es si la inversión en pesos no va a tener riesgo cambiario. Entran, compran activos en pesos, después le ponés un control cambiario y encima le devalúas... Los tipos pierden en grande, no vuelven nunca más.
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