Escrito por Agencia Paco Urondo
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Viernes, 07 de Octubre de 2022 00:00 |
Por Alejandra Soledad ZárateLa sólida performance electoral de Jair Bolsonaro en la primera vuelta (superando ampliamente los guarismos que reflejaban las encuestas) tomó por sorpresa al análisis político latinoamericano.
Una conclusión común fue el grado de derechización de la sociedad brasileña, tras cuatro años de gobierno bolsonarista. Sin embargo, a pesar de ese dato inapelable, no es la única lectura que se puede hacer de las elecciones del domingo en Brasil. Un detalle que no pasó inadvertido es la elección de dos diputadas trans al poder legislativo nacional. Erika Hilton fue electa por el PSOL (Partido Socialismo y Libertad, parte de la coalición que apoyó la candidatura de Lula da Silva). Nacida en el seno de una familia evangélica de San Pablo, sufrió la exclusión familiar, vivió en situación de calle y se vio obligada a practicar la prostitución para sobrevivir. Comenzó su activismo por los derechos trans en el año 2015, cuando una empresa de transporte no quiso reconocer su nombre femenino en un pasaje. En ese momento, la ley del Estado de San Pablo que la amparaba no era de aplicación en ámbitos privados. Tras numerosas protestas y petitorios logró su cometido. En 2018 se volcó a la política partidaria. Es concejala de San Pablo desde 2020. Entre los puntos salientes de su plataforma electoral encontramos la implementación de una renta básica universal, el combate a los desmontes del Amazonas y la reforma agraria. Al mismo espacio político que Hilton pertenece Robeyoncé Lima, una abogada trans negra de Pernambuco. Robeyoncé fue candidata, recibiendo más de 80 mil votos, pero debido al sistema electoral de lista abierta que utiliza Brasil para sus elecciones legislativas quedó afuera de la lista final de ingresantes al congreso, pese a que originalmente se la anunció en diversos medios como ganadora. “Mi historia me hace reconocer que el camino es tan importante como el resultado”, expresó la dirigente en Twitter. Hilton y Salabert se suman a Emilia Schneider, quien fuera electa diputada en Chile el año pasado, y María Clemente García Moreno, legisladora federal de Mexico. Robeyoncé es diputada estatal de Pernambuco desde 2018, y como parte de su activismo suele ofrecer representación legal gratuita, sobre todo a la población LGBT+. En cambio, quien sí resultó electa fue Duda Salabert, de 41 años. Fue candidata por el PDT (Partido Democrático Trabalhista), que llevó de candidato a presidente a Ciro Gomes (aunque ya se anunció su apoyo a la candidatura de Lula en el ballotage). La diputada electa pertenece al distrito de Minas Gerais donde cosechó más de 200.000 votos. Salabert es docente de literatura, y ha abrazado distintas causas ambientalistas. Es vegana y madre de una hija de 5 años. Desde el año 2020 es concejal de la ciudad de Belo Horizonte. Entre las propuestas de Salabert se destacan la renta básica universal, el fin de los desmontes y el establecimiento de la seguridad climática como derecho fundamental de nivel constitucional. Hilton y Salabert se suman a Emilia Schneider, quien fuera electa diputada en Chile el año pasado, y María Clemente García Moreno, legisladora federal de Mexico. En nuestro país todavía no tenemos casos de legisladoras trans electas por el voto popular, pero sí en cargos ejecutivos: Alba Rueda, Subsecretaria de políticas de diversidad (recientemente nombrada por la revista Time en su lista de 100 líderes del futuro) y Daniela Castro, Directora Provincial de Políticas de Diversidad Sexual de Buenos Aires.
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