Escrito por Agencia Paco Urondo
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Viernes, 13 de Enero de 2023 12:34 |
Por Leandro AndriniAGENCIA PACO URONDO dialogó con la Lucrecia Gringauz, quien está a cargo de la comunicación del proyecto CONFINAR-Geo, que busca generar un sistema para la disposición final de los residuos radiactivos y combustibles generados en el área nuclear.
Agencia Paco Urondo: ¿Qué es CONFINAR-Geo? Lucrecia Gringauz: CONFINAR-Geo es el nombre del proyecto que apunta a la construcción de un sistema para la disposición final para los residuos radiactivos de nivel alto y los combustibles gastados generados en Argentina. El proyecto responde a dos de las responsabilidades insoslayables de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que son abordadas desde el Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (PNGRR). Una de ellas, es la responsabilidad ética vinculada a la sostenibilidad del ciclo del combustible nuclear y al principio de no transferir nuestras obligaciones y decisiones a las generaciones futuras. La otra es la responsabilidad jurídica de la CNEA establecida por la Ley Nacional N° 25.018. APU: Pero ¿por qué usar energía nuclear? L.G.: En general, la tecnología nuclear tiene múltiples aplicaciones como por ejemplo en la industria, el agro, la medicina, etc. (1). Una de esas múltiples aplicaciones es la generación de energía eléctrica. En nuestro país existen tres centrales nucleares operativas que son Atucha I, Atucha II y Embalse, además de un reactor de potencia en construcción (prototipo) llamado CAREM. La energía nuclear se integra en Argentina a las diversas fuentes de generación eléctrica que integran el “parque de generación”. En nuestro país, hay un marcado desarrollo de centrales térmicas que queman gas natural, debido al gran desarrollo que históricamente tuvo ese recurso en nuestro territorio. A esa fuente se suman otras, como la solar o la hidráulica, y también la nuclear. La diversificación de la matriz es un rasgo positivo, ya que, si algún generador o línea de la red falla, el resto puede cubrirla. Aunque no todas las tecnologías reemplazan a las otras completamente, dado que hay algunas que se usan en la base y otras en la punta. La principal característica de las centrales nucleares es que pueden estar funcionando en forma permanente. Es lo que se llama energía “de base”, pudiendo generar las 24 horas del día, todos los días del año, exceptuando breves períodos de parada por mantenimiento programado. Realizan un gran aporte a la diversificación, ya que no hacen un uso masivo de recursos naturales; además, el uranio es un elemento relativamente abundante en el mundo (más de 10 veces que la plata o 1000 veces que el oro) y 1 kg de combustible nuclear con uranio natural contiene tanta energía como 1.000 kg de carbón mineral; 3 barriles de petróleo; 2.500 kg de leña; ó 40 garrafas de gas. Otra de sus ventajas (respecto de otras fuentes de generación) es que, durante toda su operación, las centrales nucleares no emiten gases de efecto invernadero, cuya reducción se presenta como uno de los mayores desafíos a las formas de desarrollo que conocemos en el escenario contemporáneo. Actualmente, las centrales nucleares argentinas aportan entre un 5% y un 10% del total de la energía eléctrica generada. APU: La pregunta anterior es porque existe, socialmente, un gran temor a la energía nuclear ¿a qué se debe? L.G.: Supongo que hay diferentes respuestas para esto. Por un lado, el despliegue de la energía nuclear no puede pensarse históricamente sin asumir su primigenia relación con objetivos bélicos. Aun cuando buena parte de los países que se han volcado a la tecnología nuclear sólo han impulsado usos pacíficos (ese es el caso de Argentina), las experiencias de los ensayos y detonaciones durante la segunda guerra mundial vincula a esta tecnología con el temor. Por otro lado, accidentes como el de Chernóbil han dejado una marca muy potente en el imaginario colectivo. APU: Muchas veces se ha sostenido que no es seguro que en nuestro país se desarrollen procesos relacionados con lo nuclear porque no están dadas las condiciones ¿es así? L.G.: En términos generales, la industria nuclear cuenta con los más altos estándares de seguridad del mundo (2), y es una de las industrias más reguladas de entre todas las que puedan ejemplificarse. Ello se traduce en una tasa bajísima de incidentes y accidentes a nivel global, y nacional. En Argentina, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) es la institución estatal dedicada al control y fiscalización de la actividad nuclear en el territorio argentino. Esta entidad autárquica depende del Poder Ejecutivo Nacional y tiene como misión específica la de mantener las condiciones de seguridad radiológica y nuclear, protegiendo a las personas, el ambiente y las futuras generaciones de los efectos no deseados de las radiaciones, y asegurar que la actividad nuclear en nuestro territorio se realice únicamente con fines pacíficos. La autoridad regulatoria centraliza y difunde de manera pública la información relativa a cualquier incidente que pudiera implicar algún tipo de riesgo radiológico, sea en las centrales nucleares o en cualquier otra aplicación o instalación vinculada con tecnología nuclear (3) En los 72 años que lleva el país involucrado con la tecnología nuclear, sólo se contabiliza un accidente fatal (un operario del reactor de investigación del Centro Atómico Constituyentes que realizó una maniobra imprudente, desactivando los sistemas de seguridad para agilizar los tiempos del proceso que pretendía llevar adelante). Eso ocurrió en el año 1983. Sin minimizar ese resultado trágico, creo que un único accidente fatal en 72 años da cuenta de unos estándares de seguridad muchísimo mejores que los que cualquier otra industria nacional (o global) podría destacar. Yendo puntualmente al foco de la pregunta, no veo ninguna razón por la que pudiera afirmarse que en nuestro país no están dadas las condiciones para desarrollar tecnología nuclear. Muy por el contrario, Argentina es uno de los pocos países en el mundo en condiciones de desplegar la totalidad de las actividades dentro del ciclo del combustible nuclear (es decir, desde las actividades mineras para la extracción de uranio, hasta la disposición de los combustibles una vez utilizados, pasando por la purificación y fabricación de las pastillas de uranio y su empleo en los núcleos de los reactores). Además, Argentina es uno de los pocos países que fabrica y exporta reactores nucleares. Y es uno de los únicos tres países con centrales nucleares operativas en el hemisferio sur, junto con Brasil y Sudáfrica (4) APU: Hablando sobre condiciones, ¿Argentina está en condiciones de desarrollar procesos de fusión nuclear? L.G.:Hasta el momento, la fusión nuclear no es una realidad, sino una línea de investigación a la que la comunidad científica concibe como promisoria. Los reactores de fusión nuclear se encuentran en la etapa de estudio tecnológico (y, efectivamente, la semana pasada se dio a conocer un avance en laboratorios de Livermore en EEUU y un poco antes, a principio de año, otro similar entre China y Francia). Aunque se conocen sus principios de física básica, hay diversas limitantes tecnológicas, por lo que no resulta posible estimar con precisión un posible inventario de residuos. No es la fusión, sino la fisión –hasta el momento- la tecnología efectivamente existente y capaz de hacer aportes a la mejora en las condiciones de vida de la población. Al igual que todas las demás actividades humanas efectivamente existentes, el desarrollo de actividades y aplicaciones nucleares genera residuos de diferentes clases, también radiactivos. Notas: 1. En el siguiente link puede observarse un mapa de las aplicaciones de lo nuclear en Argentina, https://drive.google.com/file/d/1LvVyAuTbA6gIXHEtKmjDhL39oH4wbZfQ/view?usp=share_link 2. Aquí un resumen de la situación y de la centralidad de la seguridad en el desarrollo nuclear, a nivel global: https://world-nuclear.org/information-library/safety-and-security/safety-of-plants/safety-of-nuclear-power-reactors.aspx (en inglés) 3. La información sobre sucesos notificados es consignada y publicada en el “sistema permanente de intervención en emergencias radiológicas y nucleares” y puede consultarse en el siguiente link: https://www.argentina.gob.ar/arn/informacion-para-la-comunidad/sucesos-notificados 4. El Sistema de Información de Reactores de Potencia (Power Reactor Information System, PRIS), desarrollado y mantenido por el Organismo Internacional de Energía Atómica durante más de cinco décadas, es una base de datos integral que se centra en las centrales nucleares de todo el mundo. PRIS contiene información sobre reactores de potencia en funcionamiento, en construcción, o los que están siendo desmantelados. El AIEA recopila toda la información y los elementos de datos a través de proveedores de datos nominados por los Estados miembros, ver https://pris.iaea.org/pris/home.aspx (en inglés) "Las centrales nucleares argentinas aportan entre un 5% y un 10% del total de la energía eléctrica generada"
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